El poeta poeta.

(una entrevista) con

Martin Barea Mattos

Texto por Natalia Jinchuk para New Braves

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Illustration by @francisco_____cunha

 
 
 
 

Cuando todo es empaquetable en productos de consumo, la escurridiza poesía se eleva como uno de los últimos bastiones de resistencia. Martín Barea Mattos (Montevideo, 1978) la ejerce, la difunde y la estudia, en un camino que describe como una maratón -a veces en compañía, otras en solitario- vinculándose así con el mundo que habita. Para la cápsula Viva los estudiantes de New Braves entrevistamos a este eterno estudiante de melena leonina que se pueden cruzar leyendo un libro mientras camina por las calles de la Ciudad Vieja montevideana

 
 
 

Sus influencias

Como hijo de dos artistas visuales -Carlos Barea y Cecilia Mattos-, nació y creció asistiendo a los procesos creativos en un contexto de taller plástico. Sus primeros recuerdos poéticos son combinando imágenes estáticas con palabras orales mientras interpretaba las conexiones entre cuadros que lo doblaban en altura. Proveniente de dos familias muy lectoras, sus padres le heredaron sus primeras bibliotecas, cuando a los 15 años no paraba de leer. De estos primeros años en que se entrecruzaban artes visuales, literatura y música tomó la noción del arte total, no estático, y encontró su lugar en los insterticios.

 
 
 
 
 

Las primeras poiesis

Fue a un taller literario en el Centro, “cuando Montevideo todavía tenía un Centro”. Esto implicó comenzar a crear un mundo propio, fuera de lo liceal, de lo familiar y de sus habituales circuitos. Allí descubrió, para su sorpresa, que el lenguaje que desarrollaba naturalmente era el de la poesía, cuando aún desconocía qué era. Esta revelación encontró cimientos en el tiempo que pasó solo de niño y joven, entre mudanzas y separaciones, inventando letras de canciones que, mediante la repetición, lo ayudaron a sostenerse.

 

MARTIN

“Se trata de dotar de humanidad, por lo tanto la contradicción es bienvenida y necesaria”.

 

La poesía como bastión de resistencia

Tras décadas de declive en popularidad, la poesía vive hoy un gran momento, facilitado por la mayor diversidad de vías de acceso. “Sigue habiendo discursos hegemónicos que dicen que no se ve, que es difícil, que es aburrida, que es complicada. Pero es un discurso, como todos. A partir de la era digital y la globalización, ¿quién puede afirmar que no hay millones de lectores de poesía en el planeta?”. Lo que sucede, explica Martín, es que tanto la poesía como la filosofía son abrevaderos que el sistema capitalista no logra terminar de explotar; la poesía aparece todo el tiempo en la filosofía contemporánea y el arte actual mira muy atentamente a la poesía en sus curadurías, en sus textos. La historia, la filosofía y hasta la prosa son alimentos para volver a la poesía. Martín cada vez la lee menos, aunque sí lo ejercita como parte de su trabajo, para estar atento a lo que se produce. Pero últimamente se inclina por leer novelas, como Los territorios occidentales de William S. Burroughs, su más reciente elección. “Es uno de mis autores de culto, me encanta por su obsesión de destruir el lenguaje y por su concepto de la viralidad, de que el lenguaje nos ha sido inoculado, de que es independiente de nosotros”. Admira la capacidad de los artistas de predecir lo que vendrá aun cuando resulta insospechado. De hecho, el último poema de Made in China, el libro de Martín publicado en 2016, termina con la frase “somos ratones de un laboratorio que ya cerró”. Fast forward a 2020 y…



 
 

La poesía y la inteligencia artificial

Admite que viene corriendo de atrás el tema por reticencia, temor o hasta simple disgusto hacia estas nuevas herramientas, que cree que van derecho al fracaso total, “como Hal”, por el hecho también de estar manejadas y controladas por humanos. Como los autos eléctricos, que son una oportunidad, “pero si vamos a hacer lo mismo que con los otros, no hay planeta que aguante. La nuestra (la de la humanidad) es una historia del fracaso, pero tenemos mucha creatividad para darnos ánimo”. La poesía desafía a la inteligencia artificial, que es el resultado de la combinación de comandos, por lo tanto de la síntesis del lenguaje. “La poesía es un fiel en la balanza que se encarga de romper el significado unívoco del lenguaje, que las cosas tengan solo un significado, porque la poesía aboga por la polisemia, una cantidad de significados según las referencias de cada persona”. Se trata de dotar de humanidad, por lo tanto la contradicción es bienvenida y necesaria.

 
 
 

Vivan los estudiantes

Considerado un estudiante eterno, Martín, sin embargo, no tiene títulos universitarios. Cursó dos carreras -Bellas Artes y Letras en Humanidades- que no finalizó, porque de pronto comenzaron a competir los libros que tenía que leer con los que quería leer. Muy rápidamente se decantó por los últimos y se largó a la maratón de ser un autor, a veces en compañía intelectual, y a veces en solitario. Esta decisión, de la cual no se arrepiente, le ha generado por veces vergüenza, sobre todo en el ámbito de los festivales internacionales en los que participa, donde a esta altura sus colegas son masters en todo. Allí es presentado como “el poeta poeta”, el poeta puro. Y si bien por un lado disfruta de estar al margen, por el otro no deja de sentirse a veces un paria condenado por una sociedad que castiga a quienes no toman ese camino. “Sobre todo a la hora de pagar cuentas, se pone bravo. Pero todos vivimos al día, tengamos lo que tengamos”.



Las nuevas generaciones

Como referente de la poesía local, Martín intenta conocer a los nuevos miembros de la comunidad poética. Los ve más adaptados y más inclinados hacia la expresión catártica, en un impulso vital, como un estallido. Algunos exponentes de las nuevas generaciones de poetas no creen en el valor del libro, “lo cual es extraño, pero seguramente se deba a que ya son nativos digitales per se”. Martín los escucha, los recibe, intercambia y procede entonces a una defensa de los libros, con un trabajo de seducción para demostrar que al final, lo que queda son los libros.

 
 


El ámbito poético en Uruguay

Entre encuentros, talleres literarios, editoriales independientes y eventos de mayor porte como el Mundial Poético y Ronda de Poetas (Martín es protagonista en la organización de ambos); el ecosistema poético en Uruguay vive un momento de florecimiento. Pueden seguirlo en su cuenta de Instagram para enterarse de las movidas.

 
 
 
 

Martín Barea Mattos
(Montevideo, Uruguay, I978)
Poeta, músico y artista visual. Trabaja como gestor cultural. Es fundador y coordinador del Mundial Poético de Montevideo, festival internacional de poesía que lleva ocho ediciones: 2013,2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 202I y 2022. Han participado del Mundial Poético, poetas de 22 países. Publicó 11 libros de poemas, de los cuales el último es Usted está aquí (Estuario, 2022).