Fran Cunha es un diseñador uruguayo al que siempre seguimos de cerca. Admiramos todo lo que hace, tanto de manera individual como el trabajo que desarrolla para Mundial, estudio que co-lidera junto a sus amigos desde 2012. Su universo es maega sensible, tierno pero profundo a la vez. Por momentos dan ganas de vivir en él. Fran es tan capo que su obra ya se expuso en destinos diversos como New York o Bogotá -y en 2015 supo ganar el Premio Nacional de Ilustración infantil y juvenil. Nos dimos el gusto de invitarlo a colaborar en la 1era etapa de New Braves. En un principio le pedimos unos dibujos para el packaging pero los personajes que creó nos coparon tanto que terminaron siendo centrales en la ropa de nuestra colección inicial. En la mini entrevista que sigue quisimos preguntarle acerca del origen de su predilección por la ilustración, en especial para niños, pero lo primero que aclara es que él no hace esa distinción entre “dibujos para adultos o para chicos”.

NB

Sos diseñador gráfico, ¿en qué momento te inclinaste por la ilustración?

FC

Siempre dibujé, así que el paso a la ilustración se dio de un modo muy natural. Ya ilustraba tapas de discos y afiches para las bandas de mis amigos y también para proyectos comerciales. Era un recurso que tenía integrado. En Mundial, el estudio que fundamos con un par de amigos, desde el principio nos definimos como “estudio de diseño ilustrado”. Era un poco donde queríamos profundizar y marcar una diferencia. Ahora trabajamos de una manera más amplia y la ilustración puede ser un recurso más, una herramienta como bien lo puede ser el resolver algo 100% con tipografía. En mi caso el dibujo es algo que tengo arraigado hace años, una práctica diaria, voy con la libreta a todos lados dibujando garabatos y anotando ideas. Dibujar como manera de pensar y de entender las cosas.

FRAN

Dibujar como manera de pensar y de entender las cosas.

NB

¿De donde tomás tus referencias/inspiración? 

FC

Mi inspiración siempre pasa por los vínculos que tengo cerca, mi primer libro álbum es sobre mi gata Rumba. Ahora que soy padre de Selva ella se ha vuelto una inspiración constante y estoy trabajando un nuevo libro que la tiene como protagonista. Si tengo que nombrar referentes me llama la atención los que logran ilustrar de una manera suelta, usando las propias limitaciones. Pueden ser garabatos de Pedro Figari a David Shrigley. Luego mi top top son Mari Kanstad Johnsen y Beatriz Alemagna. Ellas despiertan mi envidia más profunda, logran una obra en la que cada libro es como una mini galería de arte en el estante.

NB

¿Qué tanto de niño queda en vos a tus -cercanos- 40 años? 

FC

En mi caso bastante, o sea el dibujo es parte esencial de mi trabajo diario y sigo haciendo canciones sin saber tocar la guitarra. Ahora con Selva además tuve la excusa para volver a sacar los Lego y pasamos horas jugando.

NB

¿Qué feedback recibís de parte de Selva?

FC

Cada vez dibujamos más juntos, yo le pido que me dé su opinión pero a la vez intento seguirle el viaje. Para mí es como estar dibujando con cualquier otro colega, salvo que Selva hace paro de manos mientras dibuja ☺. 

NB

Contanos acerca de las caritas que hiciste para New Braves…

FC

Fue un proceso interesante porque compartimos una mirada particular del dibujo. Ustedes me habían encargado solo unas ilustraciones para el packaging donde venía la ropa. Y ya tenían unas ilustraciones anteriores que habían encargado -que estaban geniales- pero se dieron cuenta que querían algo más suelto. Con esa idea en mente me di la libertad de trabajar directo con los bocetos, buscando más expresividad y lo espontaneo en lugar de lo muy elaborado. Creo que llegar a algo más simple fue lo que hizo que las ilustraciones se terminaran colando en la colección de ropa misma. Cuando usamos los buzos a la vez con Selva los parches se vuelven comunicadores por donde nos mandamos mensajes si estamos lejos el uno del otro.